martes, 19 de enero de 2016

Tengo una herida de muerte

Estoy herido, me taladraron el corazón. Era para revivir y muero poco a poco, la vida se me va cada vez que veo ese resplandor que no es para mi. Cuando veo las señales luminosas a distancia, la clave morse de los navegantes, del navío que cambió de rumbo.

Siento esa herida crecer, cada día un poco más. Fui con el médico pero dice que no muero que estoy bien, tal vez tengo el corazón en otro lado, por que ahí siento la herida. Mi cuerpo se ha transformado, mi mente lo ha hecho, me duele todo, soy un corazón gigante.

Mi latir se hace sentir por todos lados, pum pum... y escapa lo vital, salpico a todos por donde camino.