miércoles, 12 de agosto de 2015

Bebo todas las noches

Bebo todas las noches
en un vaso grande
para ahogarte
Bebo todas las noches
en un vaso frio
para tragar el mal sabor de morir
Bebo todas las noches
en un vaso grande
para vivir embriagado sin ti
Bebo todas las noches
en un vaso grande
grande como el amor que te di
pero es mas grande y helada la duna solitaria de tu corazón

viernes, 24 de julio de 2015

La epifanía

Caminábamos, te veía, mientras nos destruía el tiempo. Ahí pasó, ahí lo vi ahora, la imagen mental de mi locura, no hay locos hay gente que va en otro camino.

Diez años pasaron y no estas ahí, ni yo. Cuál es el drama? Soy yo, fui, quiero dejar de serlo, ya no lo soy.

Cómo conciliar el amor y la muerte? Morir de amor, amar para morir o amar el morir. La última era mi opción y la realizaba en las dos.

Veo tus ojos y tus suspiros pero no penetro en tu alma, ves mi alma y me desnudas y no me das la clave.

La encontré, al menos una parte. Decía Fito "mi vida gira en contradicción", me lo decía al oído, me lo cantaba y yo no escuchaba, no era posible que yo fuera parte de ese verso -fantasía dices- de una canción.

Y si soy una contradicción, soy una locura, soy transformación.

sábado, 4 de julio de 2015

El cuento andante

Lo he contado mil veces, camino y lo escupo en la cara de todos. Finjo interés en hablar de algo más y, al final, lo digo. 

Qué tienes, Pablo? Preguntó Carmen
Ah, nada contestó, saliendo de un viaje al futuro. 

Carmen volteó y me dijo
Está en otra fiesta y esa es cara de que ya valió madres. 

Ví a Pablo y comprobé la expresión. Había válido madres. 

Así qué dije: sabes, una vez lo presentí . Me encontraba en un café esperando a que cesara la lluvia para poder ir a casa en bicicleta y lo sentí. Había válido madres. 

Maldita sea! gritó Pablo mientras se levantaba de la mesa. Porque no hacen las cosas bien? 

El dolor lo llenaba, pero se cobijaba en el odio. Me vi, entonces, escribiendo aquella prosa con sentido poético que tan mal se me da y que tan fácil me sale.  

La lluvia y el café pobre, yo mojado hasta  dentro de mi ser, mi presentimiento de la la muerte de aquello, la pluma y el papel que lo documentaban, que me hacía ver que estaba conectado con el universo y podía ver mi desgracia antes de que pasara.

Vi el contraste, la posición de poder, los platillos caros, los subordinados, la atención obligada de todos y al final éramos iguales. Era yo una imagen de aquel hombre en desgracia, era yo su metáfora. Yo era a flor de piel y el me necesitaba como ficción para explicar su dolor. 

Al final éramos la pesadilla del otro. 

viernes, 26 de junio de 2015

Te quiero decir lo que ya sabes

Te pienso y te sueño, te tengo en la punta de la lengua, todos los días. Mis ojos te buscan por todos lados y no encuentran nada.

Veo mi interior y ahí estas, me habitas, eres dentro de mi. No puedo dejar de extrañar, no digo que lo haga por que se que lo sabes, que lo intuyes. Me alejo aunque quiera estar cerca.

Pensé en las fotos que tengo tuyas, el documento de lo que pasó, y recordé que tu tienes mías, éramos dos y unos.

Espero que llames, que escribas o sonrías, sin éxito. Todo pasa y nada.

sábado, 6 de junio de 2015

Purificar

Las bolas de nieve me vienen a la cabeza, la idea de su mecánica que almacena cosas con su desplazamiento. La bola de nieve crece, se alimenta de su recorrido. No tiene moral, crece con una fuerza física, natural, no lo hace para bien ni para mal.

Que afortunada es, en la comparación con la mente humana, que crece desde una base emocional, llena de visceras, de entrañas de cadáveres emocionales. Almas gigantes llenas de dolor y rencor, con el vicio del desamor, la negrura de la trampa y el vicio de la caída mecánica.

Ser una bola de nieve, mentalmente, en el alma. Pequeña, nutrida de experiencia y no de dolor y rencor. Mejor de viaje y de recorrido, que busque crecer. Un descenso que nutra y que llene de amor y consuelo, de sabiduría en los poros de la piel, frío de descanso y de vientos nuevos.

Busco un recorrido descendente, que en los giros purifique. Girando con fuerza para desechar lo podrido y crecer con un sentido. 

Necesito rodar y decir, rodar y expulsar, rodar y crecer, bajar para crecer. La caída está en proceso, la construcción de la misma depende de la bola de nieve, depende de mí.