Empiezo a escribir hablando de como escribo, tengo los dientes apretados y pienso que si fumara se iría la ansiedad, de inmediato me doy cuenta de que no será así.En una comida familiar apeteció una anécdota, entre las voces de todos. No, fue de quien lo vivió, si estoy casi seguro. Un tío confesaba su deseo de tocar la guitarra y a la vez recordaba que mi abuela nunca había visto con buenos ojos aquello. Pensaba que a la gente que tocaba se le daba andar tras la bebida.
