martes, 18 de diciembre de 2012

La loteria: el músico y el borracho

Empiezo a escribir hablando de como escribo, tengo los dientes apretados y pienso que si fumara se iría la ansiedad, de inmediato me doy cuenta de que no será así.

En una comida familiar apeteció una anécdota, entre las voces de todos. No, fue de quien lo vivió, si estoy casi seguro. Un tío confesaba su deseo de tocar la guitarra y a la vez recordaba que mi abuela nunca había visto con buenos ojos aquello. Pensaba que a la gente que tocaba se le daba andar tras la bebida.













Al terminar de oír la historia sonreí asombrado y como descubierto. Pasó mi shock y hace unos días lo recordé y el pensamiento se acompaño de la lotería, el juego de cartas. También estuvo conectado con un momento familiar: mi mamá confesó que siempre confundía dos cartas, la del músico y el borracho. ¿La abuela le había enseñado eso? Tal vez la familia carga con un prejuicio con la gente que hace música.
Yo también confundo la imagen de la lotería




Y ahora que las veo no tienen tanto en común, tiene una solución similar, en si toda la lotería, son retratos, en cuerpo completo y demás.

El músico parece llegar a algún lugar, su vestimenta es llamativa pero su actitud es muy discreta muy propio, dicen. El borracho está perdido, no sabe si va o viene, perece tambaleante o agresivo, debido a la posición de la mano en la que lleva la botella. Esa mano no busca llegar a la boca, al menos no de forma consciente.

Pero veo las imágenes de nuevo  y puedo proyectar un esbozo de su conexión. Pueden ser la misma persona en tiempos diferentes. Ambos usan bigote y al parecer gustan de llevar chaleco. Es fácil ver como se conectan, el músico toca, le pagan y se va a beber; claro no puede ir vestido exactamente que como va  a trabajar, no es un Godinez.

Total que así acaba el músico de la lotería: borracho.

Pero el borracho tiene más conexión con el imaginario del músico - tal vez más que la tarjeta del músico- si lo leemos desde su postura y la imagen del músico referida al rock.

Cómo escribí antes su postura es agresiva, confronta, pero sin un contrincante aparente, se enfrenta a una masa que no distingue bien por su embriagues. Esa masa se puede convertir en la realidad -dah muy típico-. Su postura también es señal de su profesión oculta, parece que canta con la botella.

Creo que para mi es más músico el borracho que el músico.

-pienso en un cierre que pueda darle sentido a todo esto, lo encontraría, pero tengo sueño. Tal vez algún día lo vea claro y pueda decir con mayor precisión por que el borracho es más músico que el músico- Tal vez este es el cierre 

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