lunes, 23 de diciembre de 2013

Oigo el rumor

He llegado a pensar que las cosas son de una determinada forma, que me gusta o me hace estar bien. He creado una burbuja en la que vivo en paz, no, en paz no en confort. El amor es sincero, el dinero sirve para lo esencial, nadie quiere un gran auto, menos con el fin de conseguir mujeres por medio de él, los caminos no son tan largos, nadie ve infomerciales y nadie los hace, sin pensar que son una basura.

Pero oigo el rumor de lo que está ahí, el sonido filtrado por las paredes que llega agudo y con poca forma, como el mar que aparece en brisa. Me pega en la cara y me duele en el alma, las metáforas se acaban y quedan los tópicos y los lugares comunes. Aparecen los escritores que no escriben y son ayudados por monos más inteligentes que ellos a hacer la idea de una obra.

Y todo explota desde mi. No es tan grave decimos, y construimos un lugar para nosotros, donde los demás son referencia y no existen completos. Estemos solos en la masa, pensando que no somos parte de ella. Pensando que no reproduzco y soy parte de lo que no me gusta negando la existencia de ello y cerrando los ojos, ver para adentro como los bizcos; pero por efecto mental y nos fisiológico.

Quisiera pensar que soy critico y que las palabras destruyen las estupideces del mundo, quisiera pensar que no tiene sentido el preocuparse por esto, pero las cosas no son como quiero.

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